El Kama Sutra nos habla de abrazos, de encerrar en los brazos o tocar con todo el cuerpo el cuerpo del otro, los divide en dos grupos de cuatro.
PRIMER GRUPO. Muestra el deseo entre los que se están acercando, se compone de:
El abrazo de contacto. La descripción que el Kama Sutra hace de este movimiento es la siguiente: “Cuando uno, con un pretexto u otro, se coloca frente al otro o a su lado y toca con su cuerpo el cuerpo del otro”.
Estos contactos juguetones y deliberadamente “accidentales” son un modo de demostrar el afecto, de solicitar sexo, o de mostrar la disponibilidad sexual.
El abrazo del roce. “Cuando los amantes caminan despacio en la oscuridad o en un lugar público o solitario y frotan sus caderas".
Es una forma natural y espontánea de contacto físico cuando se camina con los brazos enlazados y sujetos por la cintura.
El abrazo de presión. “Cuando estando parados esperando algo o en algún lugar y uno de los dos aprieta el cuerpo del otro con fuerza contra una pared o una columna".
Este tipo de comportamientos algo violentos y muy apasionados se suelen dar con mucha frecuencia cuando los amantes bailan o se encuentran realizando algo tarea aparentemente intranscendente.
El abrazo de penetración. “Cuando uno de los amantes se inclina sobre el otro que yace sobre el sofá, leyendo o dormitando, como si fuera a recoger alguna cosa".
Evidentemente esta forma de abrazo no se refiere a ninguna forma de penetración, se refiere más a una intrusión en el espacio del otro con la intención de distraerlo de sus ocupaciones y hacerle reaccionar sexualmente.
SEGUNDO GRUPO. Los abrazos suceden cuando los amantes ya se han encontrado (durante el encuentro sexual) y son:
El abrazo de la serpiente. “Cuando uno de los amantes se aferra al otro, como una planta trepadora se enrosca en torno a un árbol, inclina la cabeza de él hacia la suya con la intención de besarlo y deja escapar un leve sonido de “sut, sut”, lo abraza y lo mira amorosamente".
En esta descripción se supone que uno de los amantes es más bajo que el otro, pero puede realizarse también si los amantes son de la misma estatura. La onomatopeya “sut, sut” indica el ronroneo que en castellano se escribiría así: “mmm, mmm”.
El abrazo de trepar a un árbol. “Cuando uno de los amantes, coloca uno de sus pies sobre los de su amante y el otro en uno de sus muslos, le pasa un brazo alrededor de la nuca, el otro por los hombros, hace leves sonido de cantos de pájaros o arrullos y actúa, por así decirlo, como si deseara trepar a él para darle un beso”.
El abrazo de la mezcla de semilla de sésamo y arroz. “Cuando los amantes se encuentran tumbados en el lecho y se abrazan con tanta pasión que los brazos y los muslos de uno se enlazan en los brazos y muslos del otro, y se frotan uno contra el otro".
El nombre de este abrazo evoca poéticamente el total entrelazamiento de cuerpos y miembros consiguiendo que el máximo de la piel de uno esté en contacto con la piel del otro.
El abrazo de leche y agua. “Cuando dos personas están muy enamoradas y sin pensar en nada se funden el uno en el otro sentado uno en el regazo del otro con sus pubis juntos, sus pechos presionando y sus caras juntas, de tal modo que apenas puede distinguirse donde acaba cada uno".
El nombre de este abrazo sugiere una fusión completa, evoca el abrazo de Hermes y Afrodita que dio origen al andrógino. Hace que los amantes con los ojos cerrados se pierdan el uno en el otro, acompasen sus respiraciones y sientan el latido del corazón del otro como propio.
El abrazo de los muslos. “Cuando uno de los dos amantes presiona con fuerza uno de los muslos del otro entre los suyos”.
Además de juntar los muslos íntimamente, este movimiento puede también provocar el contacto de los genitales y contribuye a aumentar la excitación y el deseo.
El abrazo de la Saghana. “Cuando uno de los amantes presiona la ‘shaghana’ o parte central de su cuerpo contra la misma zona del cuerpo del otro y se monta encima y le araña con las uñas o le muerde o le da palmaditas o le besa".
Con el término saghana el Kama Sutra designa la zona comprendida entre el ombligo y los muslos. Este abrazo es un preludio evidente de la penetración. Los arañazos, mordiscos y golpecitos son muy interesantes siempre que los dos amantes estén de acuerdo en ello.
El abrazo del rostro. “Cuando uno de los dos amantes toca la boca, los ojos y la frente del otro con los suyos”.
Estas aproximaciones cariñosas, especialmente cuando se combinan con besos, son útiles para fomentar la intimidad y la confianza, así como para aumentar la excitación.
El abrazo del pecho. “Cuando una persona coloca su pecho contra el pecho de otra y presiona".
Contactos de torso como este estimulan los pezones de ambos y suponen una interesante variación de las caricias manuales y bucales más comunes.
Además de estos abrazos en los que interviene todo el cuerpo, Vatsyayana nos muestra cuatro modos de abrazar partes del cuerpo, estas son: los muslos, el tronco, el pecho y la cabeza.
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